domingo, 30 de octubre de 2016

DEL MARATÓN DE ALCALÁ.


Llegado ya el momento
de nuestra separación
formemos compañeros
una cadena de amor.
Así fue como recibí a Lillo al comienzo de mi relevo y final del mío. Le vi con los ojos en sangre y oliendo la victoria, como no podía ser de otra forma. Pese a que había muchos factores en contra y me explico:
  • Además de viento en algunas zonas, mucho calor, de hecho me quemé la cebolla (me refiero a la cabeza al correr sin gorra, no sea que alguien interprete mal lo de cebolla y al estar en tierra de poetas, busque alguna ritma indeseable).
  • El recorrido parecía una gymkana, continuos cambios de sentido, rotondas, bordillos, pequeñas subidas y bajadas (de poca pendiente todas, menos un puente al principio y al final).
  • El precio de la pintura en Alcalá, que debe estar por las nubes. Puesto que no pusieron ni una mala flecha. Hasta en 4 ocasiones, tuve que preguntar que por donde debía continuar. Había zonas con voluntarios, pero se conoce que se aburrían y se agrupaban para charlar. De hecho en la cercanía de la Plaza Cervantes, había cuatro sentados en en suelo con el móvil.
  • Nadie sabía que era una carrera de supervivencia. Si no no tiene sentido que en un Maratón a dos vueltas, haya 5km sin avituallamiento primero y luego otros 7Km. Además de que pusieron los avituallamientos con el agua y el isotónico a la vez. Igual es más sencillo como hacen en todos lados, poner avituallamientos cada 2,5 o 3 km, en uno agua, en otro isotónico, etc.
Los hermanos Sanz García, reconociendo la victoria, como los señores que son.
Pero como decía, el amigo Lillo, llegó a mi altura haciendo su MMP en Media Maratón y metiendo algo más de tres minutos a Álvaro, la victoria estaba a nuestro alcance. 

Así los kilómetros caían a un ritmo cansino (los primeros 5, clavando el 4;15, para luego intentar ponerme a 4:00. Sin embargo el motor no andaba. Me tuve que refugiar a duras penas en los terrenos del 4:15, viendo el trascurrir del tiempo. Y de ahí según pasaban los kilómetros y las fuerzas no venían ir subiendo. Al menos pude echar una mano a un compañero, para que acabara el Maratón en Sub-3.
Resultado final: mi peor Media Maratón de los últimos 4 o 5 años, 1h32m.

Tito había entrado en meta en 1h23m, con lo que tocaba echar cuentas, para ver quien había ganado. Pues no siempre gana el que entra primero, aunque en este caso, entre primero por varios minutos. 

Sacando las cuentas durante la carrera.
El primer índice a aplicar era el de 10 segundos por km, en función del catarro que he arrastrado y que me ha tenido con medicación, hasta el jueves. 

El segundo, eran otros 10 segundos por km, por insuficiencia capilar y su desventaja en un día de tanto calor, por el sol y correr sin gorra.

Y el tercero, era el que no se puede obligar a un piscis a correr sin agua. Otros 10 segundos a la buchaca.

Con lo que si aplicamos los 30 segundos indicados, por 42 kms de prueba, son algo así como 21 minutos. 

Al final unas cervezas, en las que dimos gustosamente la mano a nuestros rivales y amigos y les dijimos aquello de que lo que ha unido una Media Maratón que no lo separe nadie. Según reconocían nuestra victoria y nos decían:

Yo correré de nuevo
junto a vosotros dos,
entonces hasta luego
decir mejor que adiós.

Adelante hombre del 600, la Maratón de Alcalá es tuya. 
Felicidades a todos los compañeros de Velociraptor y del Club Maratón por sus carreras, en especial a Javi Rosado por ese tiempazo y a Lacón, por su Maratón en un Club y a Vitín por su Sub-3 en el otro. Así como a Miguel Díez (carrerón) y a Luis López (con algún problema estomacal) y a Paloma que ha hecho un estupendo 10K. 
Que los índices correctores y la fuerza te acompañe.



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