martes, 11 de agosto de 2015

DEL MOUSSAMBANI DE SACEDÓN.

Continúa el verano avanzando y con él, el período de adaptación al medio acuático. Adaptación que tiene por objeto, como ya he comentado mi paso al "trialontiano" mundo. Sin embargo, hay que mantener la prudencia y que esto no salga de aquí. Para evitar que pase como en la natación.

Y paso a explicar lo ocurrido. En plena progresión en el mundo "subacuático", se corrió la voz que estaba progresando de tal manera, que podía ser seleccionado para los mundiales de Kazán.

Katie Ledecky. Foto El País.



Con lo que, de manera intencionada y solo en mi entorno de un metro cuadrado, se filtró una sustancia en el agua, que me provocó una pequeña conjuntivitis. Resultado 10 días sin nadar (ya superados) y mi renuncia a los mundiales que todos habéis visto en la prensa, compartiendo portada con la renovación de Ramos o el no fichaje de De Gea.

En fin, me alegro por mi amiga Katie, en la foto de más arriba. Es evidente y estaréis conmigo, que, modestia aparte, si hubiera ido a Kazán, el Moussambani de Sacedón, la estrella habría sido yo.






Que la fuerza os acompañe.

Otro artículo del mismo autor.

CRÓNICAS DE UN PADAWAN: DE DICES TU DE MILI.

jueves, 6 de agosto de 2015

DE "AL SARDINAJE".

El poeta decía aquello de:


"Y cuando llegue el día del último vïaje, 
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 
me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 
casi desnudo, como los hijos de la mar."

Y este Padawan, lo cambió por:


"Y cuando llegue el día, de ir al sardinaje,
y este con agua el azud, para intentar nadar,
me encontraréis flotando, ligero de equipaje,
pasando mucho miedo e intentandome no ahogar"

Estos fueron los compañeros y compañeras de la partida de ayer, en el azud de Pareja. Los pobres, tuvieron que aguantar, esperarme y volverme a esperar, según luchaba con las aguas turbulentas, el incesante oleaje y las intempestivas corrientes, que siempre azotan al Azud de Pareja. 







Habrá quien piense, que es un remanso de paz y quietud. Pero nada más lejos de la realidad. Todo se movía puesto que estábamos inmersos en un oleaje infernal. El viento y la lluvia arreciaban sin parar. De hecho, tuve la sensación que en mitad de los 800 metros que nadamos, estaban grabándonos. 

Por suerte he encontrado el documento gráfico que recoge que lo que digo es totalmente cierto y no una leyenda urbana.




De ahí, que yo ayer cuando salí del agua, lo hice con la sensación de haber superado una dura prueba.

La prueba de "Al Sardinaje". Puesto que ha nacido una leyenda, la mía propia, ha nacido:

 "El Sardino Alcarreño".


Que la fuerza os acompañe.