sábado, 5 de septiembre de 2015

DE LA LEYENDA DEL CLUB MARATÓN GUADALAJARA.

Cuenta la leyenda, que hace un tiempo, tampoco mucho, existió un anaranjado club, que era la envidia de toda la provincia. No había carrera en toda la zona centro, en la que la marea naranja no estuviera presente. No había fin de semana, en el que miembros del club no participaran en una carrera cual naranja mecánica, por cualquier parte de la geografía carreril.

Cuenta la leyenda así mismo, que este club, como tantos otros, tenía un cronista oficial, como nunca hubo otro. Su ingenio con la pluma y su ironía no tenía par. Cambio un par de veces de blog, como no podía ser de otra manera, intentó todo lo que pudo e incluso vaticinó el final de esta historia Ver.: PUES VAYA y el sin par SE TRASPASA. Pero como lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible, al final se cansó y se perdió en el mundo de la noche en aquel verano de 2015 (Ver: ENTRENAMIENTOS NOCTURNOS 2015.)

También cuenta la leyenda, que incluso hubo un tiempo en que el club tenía una página web actualizada diariamente por un informático de postín (aunque algo sieso cuando entrena). E incluso una liga del club, que junto con entrenamientos y demás, desataba chascarrillos en un foro, que dicen que hubo.

PÁGINA WEB DEL CLUB

OTRA PÁGINA WEB DEL CLUB

Y para terminar, cuenta la leyenda que hubo un tiempo, en que incluso se hacían asambleas anuales, donde nada se decidía y comidas de vez en cuando, donde tampoco nada se decidía, pero donde los socios intercambiaban risas entre plato y plato.

Sin embargo, llegó el momento, después de cumplir 10 años en que la pereza comenzó a dominar todo. Pese a los esfuerzos y la buena voluntad de sus dirigentes, las telarañas crecieron en las mentes del club, hasta tal punto, que  incluso contactaron con este Padawan,  para que colaborara, cuando todo el mundo debe saber que un aprendiz de Jedi tiene prohibido el trabajo.

Y a tal punto llegó la pereza y la desidia, que cuando unos socios quisieron que el club sacara licencia para no cambiarse de club, tuvieron una negativa por respuesta. Puesto que se dijo que eran pocos, cuando se les preguntó. Cierto y verdad era,  puesto que otros muchos ya se habían buscando las habichuelas en otros lados para poder correr con licencia.

Y a tal punto llegó la pereza, me repito y con esto termino, que al día de la fecha, en plena era de la comunicación, hay que contactar con varias personas para enterarse de los horarios de entrenamiento cuando están las pistas cerradas por ferias, puesto que estos, deben ser secretos y solo al alcance de unos pocos.

Con lo que el final de la leyenda, no puede ser otro, que me temo que si nadie lo remedia, este club terminará siendo igual que sus entrenamientos:

¡SECRETO Y SOLO AL ALCANCE DE UNOS POCOS¡

Dicho sea con todo el cariño del mundo, por un club al que pertenezco y que por considero mío y por unos compañeros que también son los míos. 

Que la fuerza os acompañe.


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