lunes, 6 de junio de 2016

DE COMO FUE LA COSA EN LAREDO.

Como decíamos ayer (Fray Luis de León dixit), Laredo iba a ser mi Maratón aunque yo todavía no lo sabía.

Como para saberlo estaba la cosa, pero antes de describir la cosa o como estaba la cosa,  vayamos a la descripción (subjetiva y paradigmática) de los hechos y por tanto de la cosa también, aunque hay gente que cree que "la cosa" es otra cosa y es que hay gente con la mente sucia, que no piensa en otra cosa.

El día previo, ya andábamos por tierras, playas, lluvias y bochornos "laredanos" que no presagiaban nada bueno, ni para la cosa, ni para el dorsal 138 dueño de la cosa (aunque no siempre, puesto hay veces que toma vida propia y hasta ahí puedo leer).

Amaneció bien el día y me encaminé caminando (valga la redundancia) a la salida. Una vez allí, café de reglamento y visita al baño; la cosa era aligerar peso. 

Cuando salgo, el locutor  o más bien speaker para RAI, que gusta de usar anglicismos, como gustaba de hacer series, cuando tenía entrenador personal (que lo tuvo) aunque ahora reniegue de ambas cosas y es que memoria que tiene la cosa.

Como decía el del micro (no describiré si tiene o no forma de cosa), aterroriza a los humildes populares, con los CVs y proezas del resto de corredores. Pero yo a lo mío y con mi cosa, calentar lo justo, la vaselina por orificios y pliegues diversos (algunos cercanos o colindantes a la cosa). 

Hasta que se dio la salida a la cosa, que no es lo mismo que decir que la cosa estaba salida. 

Pero dejaremos la cosa para más adelante, que se está calentando.

Que además de la cosa, que la fuerza os acompañe. 


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