lunes, 14 de octubre de 2013

DEL CAMINO.

Quién me conoce, sabe de mi afición por el correr. Afición que me hace recorrer los caminos por los distintos sitios en los que entreno. En muchas ocasiones, no puedo disfrutarlos, puesto que si estoy entrenando a ritmos altos (altos para mí, que son normalitos para casi todo el mundo) demás tengo, con prestar atención a la pisada, a la respiración y otras historias como para mirar por dónde voy.

Sin embargo hay otras veces, en que el objetivo que busca el entrenamiento es el de regenerar. Esto es, salir a ritmo lento para hacer que el músculo elimine el lactato y se recupere antes. Esos días, intento siempre disfrutar del camino, como si estuviera paseando.

Aunque no esquivo nunca una buena charla, me gusta más entrenar esos días en solitario, a veces con música y a veces sin ella, para poder “escuchar el camino”. Escucharle y claro, verle. Ver los árboles, el cielo, las plantas, los cultivos, etc. Y también respirarle y olerle. Como decía antes, para poder disfrutar del camino en toda su extensión.

Muchas veces ese camino, se vuelve duro, empinado y pedregoso. Pero cuando esto ocurre, una vez lo superas, es cuando mejor te sientes. En ese momento, llegas a casa y cuando te estiras (pese a mi baja estatura, doy fe de que me estiro, al menos muscularmente hablando), te das cuenta, que has dejado atrás todas las preocupaciones que tenías al empezar y puedes pensar con más claridad.

Y claro cuando piensas con claridad, descubres y recuerdas cosas. Así, echas una ojeada a los periódicos y casi sonríes cuando ves a algún ministro decir que la crisis toca a su fin, porque por mucho que nos digan, el fin no justifica a los medios y más  cuando ves penar a tanta gente.

Y te das cuenta en fin, que todo sería mucho más sencillo, si mucha de esa gente que nos manda y mangonea, se dedicara, no ya a correr, sino  a andar caminos. Si caminos, a veces inexplorados, como el del sentido común y el de la bonhomía.

Y quién sabe si andaría esos caminos para no volver o para descubrir que el mundo está mucho más allá de sus ombligos.

Que la fuerza os acompañe.




3 comentarios:

  1. Buen artículo Pedro. La verdad es que nos toman por tontos.
    saludos del galleguiño ;)

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    1. Me alegro que te haya gustado, nos vemos corriendo por ahí. Igual ¿En Yunquera este domingo?

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    2. Sí, voy a Yunquera. Un pueblo que me trae recuerdos. La misma ruta de las ermitas la he hecho hace años paseando¡¡.
      A ver que tal se nos da¡¡¡. Nos vemos allí pues, un saludo.

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