Una vez finalizada la Maratón y con el cuerpo "en talleres", ya se sabe musculatura (fisio) y pinreles (podólogo), llega el momento de la reflexión.
Y nada mejor que empezar por una crítica, siempre constructiva a la prueba. La prueba en si, está muy bien organizada en casi todos los puntos. La recogida de dorsales es ágil y rápida, los cruces, todos señalizados, con voluntarios o policía, etc.
En mi humilde opinión el recorrido se ha hecho buscando que fuera lo más llano posible, pero adolece de encanto, con excepción del Puente de Palma y la puerta de dicho nombre y quizá la Meta en el Paseo Fluvial. Es mucho tiempo con el río a un lado y con naves al otro, así mismo el repecho que se pasa dos veces, cuando se sube entre el 34 y el 36, para mí al menos se atasca.
Punto de mejora sería el tema de la ducha. En días como el pasado 17 que llovía, tener la meta a unos 2 0 3 km de las duchas, no ayuda, o tienes un coche esperándote o te toca correr o andar ese trecho al haber finalizado la prueba.
Los avituallamientos más que correctos, correctísimos, quizá algo más de alimento sólido en meta. La bolsa del corredor muy completa y la fiesta de la pasta de auténtico lujo. Los premios también muy bien, con muchas categorías, equipos, ayuda de desplazamiento y demás que buscan y consiguen darle atractivo a la prueba.
En resumen, la relación calidad precio (15 euros la inscripción) es más que adecuada, lástima la lejanía de Badajoz de grandes núcleos urbanos, la coincidencia con Barcelona y la proximidad en fechas con el Maratón de Sevilla, que también le resta asistencia. Con respecto al recorrido, igual no estaría de más sacrificar algo la posible marca, con objeto de hacerlo pasar por la Plaza Alta, Catedral, etc, para que sirviera de atractivo turístico, pero supongo que se habrá valorado debidamente y descartado en su momento.
Que la fuerza os acompañe.
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