DEL MARTES DE LAS SERIES.

Existen o al menos antes existían, series de televisión que eran seguidas por millones de personas. Quién no recuerda Starsky y Hutch, Los hombres de Harrelson o la lacrimógena Casa de la Pradera. Toda la familia, junta alrededor de la mesa camilla, viendo la única cadena que había (lo del UHF, al principio más que una cadena era casi una leyenda urbana, puesto que no se veía en casi ningún sitio).

Pero ahora, con la televisión por cable, por satétlite o los "interneses", hemos cambiado esas series, por las series de entrenamiento. Puesto que nada mejor para que el cuerpo se vaya acostumbrando a la vuelta a la normalidad, que darle cera desde el comienzo. Como decía mi abuelo la letra con sangre entra y no hay más.

Total que ayer, salimos del Punto Gotero, Emilio, José Luis, Félix, Carmen y un servidor y nos encaminamos hasta las pistas.

Ellos cuatro marcharon a buscar caminos y yo quedé allí en compañía de Miguel Díez, que regresa poco a poco a la actividad.

Unas cuantas vueltas a la hierba (hasta completar 5 km justos desde el Punto G) y a comenzar con 6 x 1Km.

El Objetivo no estaba claro, lo que el cuerpo aguantara. Resultado, 3:46, 3;40, 3:39, 3:38, 3:40 y 3:29. Podríamos decir que el objetivo se cumplió, aunque la verdad costó bastante, el calor (aunque al final las comencé a las nueve menos cinco aprox.) y el hacerlas solo, no ayuda mucho. Pero ya vendrán tiempos mejores.

Mientras, volveremos nuestra vista a aquellos años infantiles y a la serie que mas nos gustaba a los chicos, puesto que dejábamos volar la imaginación, tratando de parecernos al tal Charlie ese, cuya apariencia desconocíamos, pero  que tenía esos tres ángeles que eran el objeto de nuestros deseos y la inspiración de nuestras desbocadas hormonas.

Que al fuerza os acompañe.