No se sabe si fue por decisión propia o porque el sargento Youssef Yuss Aakaou dio la temida voz: ¡TODOS AL GARAJE¡
Sin apenas rechistar, se metieron en un extraña lugar, donde se dedicaron a hacer cosas de lo más variopinto: l@s un@s saltaban, l@s otr@s se elevaban, un@s cuant@s usaban infernales aparatos, cuerdas, gomas y demás elementos de tortura.
La situación era realmente extraña, tod@s parecían sufrir y sin embargo, tod@s parecían disfrutar. A cada voz del comandante, intercambiaban sus extraños objetos o salían a corretear en mitad del campo de batalla.
Al terminar, un@s cuant@s, intercambiaron sus camisetas como si fuera un partido de fútbol. Tod@s parecían estar molid@s, sin embargo hasta se permitían alguna sonrisa.
Tan pronto conozcamos que es lo que hacía y que extraño deporte es el que practican, prometemos darlo a conocer, por si cunde el ejemplo en las más remotas zonas del mundo.
Que la fuerza os acompañe.
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